En la carboxiterapia todo gira en torno al dióxido de carbono (CO2). Como ya sabéis es un gas natural incoloro e inodoro que se produce de forma natural . Es un gas muy seguro.
Su aplicación produce la oxigenación de las células corporales, mejora la circulación y reduce la grasa acumulada. Todo esto se traduce en estos beneficios:
- Reducción de la celulitis y reduce el volumen de la zona tratada.
- Cicatrices y marcas menos visibles.
- Aumento del colágeno de la piel. Tejidos firmes y piel tersa.
Las zonas más recomendables para un tratamiento son: cara, ojeras, cuello, estómago, brazos, nalgas y piernas.